En el artículo alusivo al contenedor de aceites deshechables en el Parque de La Barzola se exponían los peligros e inconvenientes de un mobiliario semejante en un parque, en un pulmón de la ciudad, donde un contenedor de aceites no era más que un cáncerde pulmón en la ciudad.La finalidad del artículo era concienciar, una llamada de atención e informar al Excmo. Ayuntamiento de una actuación nada afortunada por parte de Lipasam.
Pues bién no ha pasado ni un día entero y la petición ha sido atendida. Sin duda esta es la manera de ganarse a la ciudadanía, que necesita de su Ayuntamiento lo mismo que el Ayuntamiento necesita de su ciudadanía.
Lamentablemente yo estaba en lo cierto, el contenedor actuaba según la Teoría de las Ventanas Rotas, en las que, en un edificio, si no se reparan, son el primer paso para que la desidia y la delincuencia hagan el resto. La miseria llama a la miseria, lo negativo llama a lo negativo, la suciedad llama a la suciedad, parece una ley universal. Tal que así, esta mañana nos encontrábamos ya con este asqueroso manchurrón próximo al contenedor.
...Pero...
Fuí gratamente sorprendida cuando me disponía ya a salir del parque a primerísima hora de la mañana de hoy Viernes Santo, un camión de Lipasam se disponía a retirar el dichoso contenedor de aceites deshechables del Parque de La Barzola. Uno de los operarios bajó con una carretilla y retiró en mi presencia el artefacto. Gracias, le dije, correspondiendo amablemente con un "de nada señora".
Y el tema quedó resuelto satisfactoriamente. Así que desde aquí nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Sevilla y también a Lipasam.